Contratamos a la Sra. Wang como cuidadora de mi madre de 95 años.
Ella cuidó bien de mi madre y tiene una buena relación con nosotros.
La Sra. Wang realiza tareas rutinarias como cuidadora, como cocinar, cambiarse de ropa, tomar medicamentos e ir al baño.
También le leyó la Biblia a mi madre y mantuvo un buen registro de sus actividades, como la hora de levantarse y acostarse, la temperatura, la presión arterial y el movimiento intestinal.